A la mañana siguiente, Catherine decidió enviar un mensaje a Harriet pidiéndole que se encontrara con ella. Se encontraba consciente de que no podía citarla hay, al igual que no podía ir a la casa de su padre y es que eso sería demasiado peligroso.
En su lugar, le pidió encontrarse en un parque cercano. Irónicamente era más seguro para ambas el encontrarse en público y eso decía mucho de la situación que vivían.
Cuando Catherine llego volteo a su alrededor de inmediato, deseando encontrar hay a Harriet. La sola idea de que algo hubiera sucedido que le retrasara o hasta evitara que llegara le preocupaba. Fue de ese modo hasta que, al otro lado del parque, vio sentada a su hermana en una pequeña banca de madera.
No dudo ni un solo instante en dirigirse hacia ella, angustiada por el estado en que podría encontrarla. Después de todo, ella conocía mejor que nadie lo cruel que podía llegar a ser su padre. Lo había experimentado su vida entera y le angustiaba lo que pudo hacerle sin ella