Al amanecer se encontraban uno justo frente al otro, sus rostros a escasos centímetros de distancia.
Thomas fue quien despertó primero y al abrir los ojos la encontró justo frente a él. Al verla su primer pensamiento fue que había tratado de aprovechar la situación, que intentaba seducirlo. Sin embargo, le basto voltear un poco a su alrededor para darse cuenta de que eso no era así.
Catherine seguía justo en la orilla de la cama, así que había sido él quien se movió hasta ella. El ser consciente de eso fue una gran sorpresa y es que no entendía porque la había buscado, que era lo que lo había llevado a hacerlo.
Mientras aún se encontraba ante ella, no pudo evitar notar lo extrañamente bien que se sentía a su lado. Lo hermosa que lucía dormida y lo terriblemente tentadores de sus labios. El solo hecho de pensar de ese mo