Sabía demasiado bien de lo que este era capaz y que, si llegaba a permitir que se le acercara a su hermana al menos una vez, esta estaría perdida. No estaba dispuesta a dejar que eso sucediera.
Pensaba detenidamente en las posibilidades que tenía, cuando de pronto sintió como una mano la tomaba por el brazo con fuerza para sacarla de las sombras. Se trataba de su padre, quien había notado su presencia; así que sin decir ni una sola palabra la arrastro al interior del despacho y cerró la puerta.
Mientras lo hacía, Catherine trato de resistirse; aunque teniendo cuidado y es que debía ser precavida por su embarazo. Por fortuna, John solo la soltó cuando se encontraron a la mitad de despacho.
—¿Qué crees que es lo que hacías? —le cuestiono John con firmeza.
—Nada, solo quería hablar con usted a solas.