La noche anterior, en algún lugar pobre de la ciudad:
— Vargas, ¿Estás seguro de hacer esto? Sabes que tendrá implicaciones policiales, seguramente van a investigarte, ¿No te da miedo?
Vargas levantó la mirada de la hoja de papel que tenía entre las manos.
— Más miedo me da continuar en esta pobreza, amigo, tú deberías sumarte. La persona que me contrató necesita más gente que mantenga ese testimonio, así será más creíble — Explicó — Además, la paga será muy buena.
El otro lo miró con duda.
— No estoy muy seguro de eso, las malas lenguas dicen que el viejo Wolf nunca paga, que ha engañado a mucha gente con sus negocios turbios y que siempre se sale con la suya.
— ¿De verdad, piensas eso?
— Te juro que llevo años escuchándolo en la planta — García aseguró convencido.
Vargas se levantó de la silla y dio un par de vueltas a la diminuta sala mientras pensaba un poco.
— García, he vivido en la miseria toda mi vida, y según los médicos si no me trato pronto de mis problemas de salud no vivi