Alonso regresó pasado el mediodía a su oficina. Cuando Patricia le dijo que Thelma estaba esperándolo no disimuló en absoluto su cara de fastidio, pero no dijo nada. En algún momento debía hablar con la mujer.
_ He estado mucho tiempo esperando Alonso_ le recriminó ella_ninguna de tus dos secretarias me ha traído el café que les he pedido.
Alonso sonrió sin decir nada.
_ Quizás deberías aprender a pedir bien las cosas Thelma. Maria y Patricia trabajan para mí, pero no son esclavas_ le dijo serio.
Ella puso cara lastimera tratando de lograr la atención y aprobación de Alonso.
_ He venido porque tenemos una conversación pendiente_ dijo ella sentándose frente a él.
Esta vez iría con una postura diferente. La estrategia anterior no le había servido en absoluto.
_ Patricia. Tráeme por favor un café para la señora y un té para mí, gracias. _ le dijo a su secretaria.
La mujer asintió sonriendo y fue por el pedido.
Alonso se sentó y la miró expectante.
_ Bueno Thelma, viniste a hablar así q