— ¡MUCHO MEJOR! — gritó emocionado.
— ¡No tengo dudas! — bromeó.
De repente, cuando menos lo esperábamos, la voz de Adam aparece en el pasillo camino del comedor.
— ¿DÓNDE ESTÁN MIS NIÑOS?
"¡Maldito infierno!"
Los ojos del vampiro se entrecerraron con rabia, apuntando a la entrada de la habitación.
— ¡TÍO ADÁN! — ella corre a buscarlo. — ¡VEN A VER QUIÉN ESTÁ AQUÍ!
— ¡EY! — respondió alegremente. — Wow... Me encantó tu collar de guijarros rosas, ¿quién lo hizo?
A medida que el sonido de su voz se acercaba a nosotros, mi cuerpo sudaba de nerviosismo por temor a lo que pudiera pasar. Mis ojos se dirigieron a la puerta ya Benjamin mientras él estaba fijo como un clavo mirando la entrada.
— Lo hicimos, ¿no te acuerdas?
— Ah cierto, lo recuerdo — ahí es cuando se calla interrumpiendo su frase.
Está impactado, sosteniendo a Artemisa en su regazo mientras ella señala al demonio sentado en la mesa.
— ¡Mira tío, es mi papá, ha vuelto!
Adam ni siquiera notó a los demás a su alrededor, todo en l