— ¡Se la va a cagar! _ Maldigo arrojando su dispositivo en el sofá, en el momento en que salgo de la habitación.
— ¡Mila, espera! —dijo, viniendo detrás de mí.
— ¡No me sigas! _alerta subiendo las escaleras.
— ¡Esa es solo una manera que encontramos para no perderte de vista! _ trata de explicar, pisando los escalones. — Teníamos que vigilarte. Era por tu seguridad...
— ¡Loco!
— ¿Qué querías que hiciéramos? _Preguntó.
Entro en mi habitación cerrándolo antes de que atraviese la puerta.
— ¿Sabes lo que quería Peter? _ debate. — ¡Déjame vivir, tener mi libertad, mi privacidad!
— Eres una maldita Reina. ¡No existe tal cosa como la privacidad para personas como tú!
— ¡Al menos podrías haberm