— ¡Bien! —dijo, tratando de pasar por encima de él. — ¡Quítate de mi camino, chico!
— ¡No no no! _se paró frente a la puerta.
— Llame a los médicos. ¡Me quedo con eso! _intenta empujarlo, pero el guardia de seguridad abre los brazos en la puerta, bloqueando el paso.
— ¡No puedo permitir que entres!
— ¿Cómo es, niño?
Mientras discuten, Benjamín seguía a mi lado, tratando de entender esa confusión.
— ¿Te sientes mejor? _estaba de pie, cerca de la entrada del baño listo para sujetar a Thomas, en caso de que lograra pasar.
— Y— No sé... _dijo sentándose junto al jarrón.
— ¿Qué fue eso, Mila? _muestra un dejo de ira.
— ¡MILA! —gritó desde la puerta, sorprendiéndome.
— D&