BENJAMÍN
La razón por la que solo el criador puede dar esta respuesta es precisamente por la conexión de sangre y el entrenamiento. Podíamos sentirlo debajo de nuestra carne enterrada en nuestro pecho, una sensación electrizante que causaba un conjunto de tormento y desequilibrio, cada vez que nuestros cachorros estaban en algún tipo de peligro o daño. Pero aquellos criadores que no pueden prever este tipo de situaciones son los que tienen un linaje muy largo y que ya no conocen este sentimiento, porque están acostumbrados a convivir con él.
"¡Después de tantas pérdidas, nos acostumbramos y luego comienza a pasar desapercibido!"
— ¡Ella está bien! — revelar aliviado.
— Nuestro...
Mi mayordomo relaja sus hombros visiblemente más livianos y yo me encargo de tomarla de su