Más tarde, específicamente a las diez y cuarenta, cuando termino de ponerme los tacones, mi celular vuelve a vibrar mostrando el nombre de Thomas.
"Yo: ¿Qué es?"— Soy asqueroso. "Así no estaré allí hasta mañana, ¡me llamas todo el tiempo, molestándome, Thomas!"
"Thomas: ¡Dije diez de la mañana, no diez de la noche!"
"Yo: Lo sé, pero tuve un pequeño problema aquí en casa y —"
"Tomás: ¿Estás bien?"— me interrumpe. "¿Le pasó algo a los bebés?"
"¿Yo qué?"
"Thomas: Fue Benjamín entonces, te lastimó, ¿no?"
"¡Tenga paciencia, señor!"
"Yo: Benjamin todavía está durmiendo, Thomas. Ahora, si me disculpas, ¡voy a colgar!"— digo terminando la llamada.
Necesito concertar citas con el Rey, urgente, no podía seguir llamándome así, cobrándome como si fuera su mujer, o una de sus amas de casa.
— ¡Héctor! — Lo llamo afuera, observándolo—lo hablando con Peter y los bebés.
— ¿Se va, Su Majestad?
— Sí, voy muy rápido al Palacio y mientras tanto quería saber si puedes llevar a los bebés a Falkor. Peter y P