Capítulo 3 “La academia de modelaje”

Luego de tomar el extraño batido que Rosa me dio subo a mi habitación para hacer mi rutina de la tarde: un baño de burbujas en el jacuzzi, secarme el cabello, maquillarme y vestirme. Me coloqué unos pantalones negros ajustado, un suéter color gris y unos lindos tacones.

Miro la hora 2:21 pm.

Bajo las escaleras y salgo de la casa hasta el estacionamiento y entro al Mercedes Benz gris. Hay más autos pero ese es mi favorito. Segundos después entra Phillip.

- ¿A dónde quieres que te lleve, pequeña Amélie?

- A la academia de mi madre, Phillip, por favor.

Phillip asiente y arranca el auto. Noto que tiene una mancha de chocolate en la corbata y una marca de un beso en la mejilla.

Al parecer Phillip consiguió su flor.

Lo sé, mi chiste estuvo terrible.

*****

Llego a la Academia "Nouveau Modèle" de mi madre y me dirijo a la recepción donde está Katty, recepcionista y mejor amiga de mamá.

- ¡Hola, Amélie! ¡Estás más alta! Te ves hermosa. Tú madre me dijo que habías crecido pero no pensé que tanto. Hoy empieza otro nuevo curso y te vienen niñas nuevas. ¿Escuchaste la nueva regla de tu mamá? Ahora los representantes de cada estudiante van a estar presentes en todas las clases. En cinco minutos empieza tu clase. Ya sabes puerta cinco. - Katty dijo todo eso rápidamente y sin respirar, ni yo puedo aguantar tanto la respiración.

- Bien gracias, Katty.

Me dirijo a la puerta cinco mirando las fotos que hay en las paredes, la mayoría son mías en distintas sesiones de fotos. No soy toda una celebridad pero si he tenido varias sesiones de fotos para distintas tiendas de ropa y he aparecido en algunas revi...

¡PUM!

Es el sonido que oigo cuando caigo al suelo luego de chocarme contra una espalda.

- ¡Hey! ¡Mira por dónde caminas! ¡Interrumpiste mis pensamientos! - Gritó enojada mientras me levanto del suelo.

La espalda se da vuelta. Espera. Yo conozco ese gorro de lana. Oh no.

- ¿Interrumpí tus pensamientos? ¿Qué rayos significa eso?

- Olvídalo. ¿Qué haces aquí, nerd? - Pregunto sorprendida, Lucas pone sus ojos en blanco como siempre.

- Primero, tengo un nombre, princesa. Segundo, estoy aquí por mi hermana. Tercero, ¿qué haces tú aquí?

- Trabajo aquí.

-  ¿Trabajas aquí?

- Obvio, ¿los pósters en las paredes no te dieron una pista?

Lucas se acomodó el gorro de lana sobre su cabello negro y miró las paredes por varios segundos.

- No los había visto.

- Vaya, eres más distraído de lo que pensé.

- Lo dice la chica que no ve por donde camina y se tropieza conmigo.

- Tonto - Digo entre dientes - Por cierto, ¿Tú hermana estudia aquí?

- Si, ahora le toca clases en el aula cinco ¿por qué?

- Ya lo verás. Me tengo que ir. - Es lo último que digo antes de correr por los pasillos hasta ver la puerta cinco y entrar en ella.

El aula cinco ha sido mi salón de clases desde que empecé a trabajar aquí hace dos años. Yo doy clases de confianza para las chicas y soy su consejera; como modelo estrella les doy consejos sobre modelaje pero sobretodo hago que las chicas crean en sí mismas y confíen en sus talentos. Más que una maestra me vuelvo su amiga.

El salón es grande donde tres paredes son de color blanco y una está cubierta por un enorme espejo para que las chicas se vean a sí mismas. Alrededor hay sillas para que los padres de los estudiantes se sienten y al fondo un escritorio para mí y una estantería donde guardo algunas cosas.

Asomo mi cabeza por la puerta donde hay una pequeña fila como de veinte chicas con sus madres y padres esperando entrar a mi clase.

- Listo, pueden pasar. - Les digo y todos entran ordenadamente - Los adultos pueden sentarse en las sillas y las chicas aquí en el suelo conmigo. - Digo sentándome en el suelo y cruzando las piernas para estar más cómoda.

Entre los padres que están entrando veo a Lucas tomado de la mano con una linda niña de unos doce o trece años. Lucas me mira y la cara que le sonreía a su pequeña hermana cambia a una de confusión, yo le sonrió segura.

Cuando todos se colocan en sus lugares hablo:

- Hola a todos, soy Amélie Jussieu, su profesora de confianza y también su consejera. Voy a darles clases un día a la semana. Soy su profesora más joven, pero entre nosotros...- Digo lo último más bajo como si les contara un secreto - soy la más divertida - Las chicas se ríen - Veo que todas son realmente hermosas y se nota que están hechas para el modelaje. Quiero conocerlas un poco más así que cada una dígame su nombre y su edad.

Cada una de las chicas lo dice ordenadamente.

La hermana de Lucas se llama Alice y tiene 13 años. Es muy bonita con su piel blanca y cabello rubio y por como habló se nota que es muy segura de sí misma.

Las chicas terminan de hablar y me pongo de pie.

- Perfecto. Son todas muy inteligentes. - Les sonrío - La clase hoy se trata de la actitud porque si quieren ser modelos tienen que tener actitud de modelo. Ejemplo, hay una diferencia entre caminar normal y caminar como una modelo y esto a parte de la técnica que les enseña la profesora Anna, se logra con la actitud. Les voy a dar una demostración pero necesito la ayuda de uno de los adultos.

Camino hacia las sillas, la mitad de los padres levantan sus manos queriendo que los elija y la otra mitad se encoge en sus sillas y tratan de cubrirse lo más posible para que no los escoja. Lucas es del segundo grupo, pero obviamente yo tengo que hacerlo sufrir. Él me fulmina con la mirada como para obligarme a que no lo elija, pero yo le sonrió maliciosamente.

- Tú - Lo señalo. Puedo verlo maldecir por lo bajo para luego volver a fulminarme con la mirada. - ¿Cuál es tu nombre?

- Lucas.

- Bien Lucas, te voy a pedir que camines desde ese extremo del salón hasta este otro extremo y camina normal, como caminas todos los días.

Él hace lo que le pido.

- Ahora quiero que me vean caminar a mí.

Desfilo como me enseñaron desde niña. Ya es normal para mí caminar así porque estuve en clases de modelaje desde los tres años.

- ¿Pudieron notar la diferencia?

Escucho un "Siii" de todas las chicas

- Todos es por la actitud. Tienen que lucirse, caminar y sentirse como profesionales. Caminar erguidas y con seguridad. - Las chicas asintieron entendiendo - Ahora Lucas quiero que camines de nuevo pero con más seguridad, con actitud, derecho, un pie delante del otro.

Lucas me vuelve a fulminar con la mirada pero hace lo que le digo y empieza a caminar. Trato de disimular las ganas de reírme por verlo caminar raro al principio, estaba caminando como un afeminado moviendo mucho sus caderas de un lado al otro.

Miro a Alice y veo que también quiere reírse por ver a su hermano caminar así.

- Bien, definitivamente no camines así, pareces una mujer con cojera - Todas las chicas rieron - Pasos fuertes. Seguridad. Endereza la espalda. Pasos seguros.

Luego de mis especificaciones empieza a caminar como un modelo de verdad, porque hay modelos hombres y él podría ser uno, porque no mentiré, Lucas es guapo; con su piel clara, su cabello negro, sus ojos verdes y las decenas de pecas sobre su nariz debajo de sus lentes. Muy guapo.

Se supone que es un nerd, no debería ser guapo.

¿De qué estaba hablando?

Ah ya.

Lucas caminó bien.

Cuando termina de caminar hablo:

- ¿Vieron la diferencia de como caminó la primera vez y de como caminó ahora?

"Siii" dijeron todas.

- Se trata de la actitud y si caminan con actitud caminarán como toda una modelo profesional. - Me dirijo hacia Lucas - Gracias, puedes sentarte. Ahora chicas quiero que cada una pase y camine como toda una profesional. Ya saben, actitud.

Noto como Lucas mueve sus labios formulando un "Me vengaré".

Levantó una ceja tratando de hacerle saber que no le será tan fácil.

***

- Adiós Sophie, Gran trabajo hoy. - Me despido de las últimas chicas cuando la clase termina.

Veo a Alice tomando su mochila para salir del salón así que me acerco a ella.

- Hola Alice, me encantó como desfilaste hoy, eres toda una modelo.

- Oh gracias, realmente me divertí mucho en tu clase - Ella me sonrió ampliamente y luego se acercó como para decirme un secreto - Sobre todo cuando pasaste a mi hermano a desfilar, se veía muy tonto.

- Te escuché, Alice. - Dijo Lucas mientras se acercaba a nosotras y se colocaba detrás de su hermana tomando sus hombros pero mirándome a mí - Y realmente yo no quería desfilar pero será algo de lo que me tendré que vengar, princesa.

- Pues tendrás que usar tu inteligencia de nerd. No te vengarás tan fácilmente.

- Ya veremos.

- ¿Ustedes ya se conocían? - Preguntó Alice que estaba en medio de los dos escuchando nuestra conversación.

- Si, algo así - Respondió Lucas - Estudiamos juntos.

- Si, vemos historia juntos.

- Y matemática, biología e inglés.

- ¿También en esas? - Pregunté confundida - Nunca te había visto.

Puedo verlo poner sus ojos en blanco.

- Oh perdón, había olvidado que eres toda "una princesa" y no miras a ningún plebeyo. - Pude notar que estaba enojado.

- No es cierto, sólo no me había fijado.

Él puso los ojos en blanco de nuevo

- No sé porqué todos ustedes son así. Nunca van a cambiar - Lucas estaba realmente molesto lo que empezó a molestarme a mí.

- ¿A quiénes te refieres? ¿Cómo se supone que somos, Aleggre?

Volvió a poner los ojos en blanco.

Cálmate chico, se te van a salir los ojos.

- Ustedes. Los populares. Se creen los reyes del instituto, los mejores, pero son iguales a todos nosotros y algunos hasta peores.

- ¡¿Cómo te atreves?! ¡Espero que no estés hablando de mí! Estuve en clases de karate por tres años, podría partirte la nariz en este momento, pero no quiero arruinar mis uñas.

- Eres tan superficial, Jussieu. - Estaba molesto pero yo estaba mucho más molesta que él - Me largo de aquí. Vámonos Alice.

Dicho eso se fue dejándome a mí echa una furia.

Definitivamente no soportaré compartir asiento con Lucas Aleggre durante todo el año.

***

Estaba sentada sola en el comedor de mi casa comiendo una ensalada de frutas. Trataba de poner a parte los trozos de manzana de mi plato, odiaba la manzana, pero sabía que al final terminaría comiéndolas.

¡Cuánto desearía que fuera un plato de galletas!

Escuché la puerta de la sala abrirse y voces en el pasillo.

- ¡No me importa que esté de vacaciones! ¡Convéncelo! ¡Yo soy el que te paga! ¡Harás lo que te pida! - Vi a mi padre entrar al comedor gritándole a su celular.

Detrás de él estaba entrando mi madre quien también hablaba por teléfono.

- Escúchame, Nouveau Modèle es la mejor academia para futuras modelos ¡No hay ninguna otra mejor! Necesito que consigas esas sesiones de fotos lo más pronto posible.

Si, así era todos los días, bueno, todas las noches. Nunca veía a mis padres durante el día. Justo ahora eran alrededor de las nueve de la noche.

Oh, habían llegado más temprano.

Cuando terminaron de gritarles a sus teléfonos notaron mi presencia.

- Hola, Amélie. - Me saludó mi madre.

- Hola mamá, hola papá.

- Adiós, Amélie. - Papá se despidió.

- Adiós.

Y se fueron a sus habitaciones.

¡Qué hermosa conversación!

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