Capítulo 11: Habitación sin ventanas

Al atardecer le pedí a mis damas que me dejaran sola y que no me molestaran para la cena, fingiendo que la comida me había caído mal. Por un lado, me ahorraría el disgusto de cenar con el Príncipe engreído y así podría escaparme temprano para poder ver a mi enamorado. Ansiaba verlo de nuevo. Intentaba ya no darle tantas vueltas al asunto y dejar de sobre pensar las cosas con la cabeza y empezar a escuchar más a mi corazón, que gritaba por su compañía. Esperé un tiempo hasta que las chicas se fueron para tomar mi capa oscura e ir a su encuentro. Esta vez fue difícil hacerlo, teniendo en cuenta que el sol aún no se ocultaba y los sirvientes iban y venían por todos lados. Para evitar ser vista bajé por las habitaciones de la servidumbre sabiendo que a esa hora los corredores estarían vacíos. Se notaba gran diferencia entre los

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo