No lo puedo creer. Jamás me había pasado una cosa como esta y me refiero específicamente, a que un hombre me rechace, aunque sea por las razones correctas.
Claro que debería agregar que nunca en la vida me había enamorado, como bien me recordó mi nana.
Y ahí es donde está toda la ironía, que de todos los hombres con los que me he acostado, no me ha importado un reverendo rábano nada, si sufrían o eran felices, si les cabreaba mi forma de ser o se hubieran dejado manipular por todos mis caprichos.
Entonces, está Aike, el hombre con el que me encantaría estar el resto de la vida y no como estamos ahora, como si él fuera mi mejor amigo o algo así y nos estuviéramos haciendo confidencias en una extraña y frustrante tipo de piyamada.
La verdad es que ese papel no me queda para nada y cualquiera diría que debería dejar de cometer