[Voy a trabajar muy duro y a ganar mucho dinero. Cuando te cases conmigo, te prometo que no te va a faltar nada].
Regina se quedó en blanco al leerlo. Tardó un buen rato en responder.
[¿Por qué estás pensando tan a futuro?]
[¿No has oído el dicho?]
[Una relación que no busca el matrimonio es solo jugar con la otra persona].
[Y yo no soy un patán].
Sus palabras la hicieron sonreír de nuevo.
[Regi, ¿cuáles tres te gustan más? O si quieres, voy a otra tienda y te mando más fotos].
Sebastián ya estaba en una de las tiendas más exclusivas que existían. El gesto era más que sincero. Alicia tenía varias bolsas de esa misma marca.
Regina examinó las fotos con atención. En una herramienta de edición de fotografías de su celular encerró en un círculo el tercer bolso y le envió la imagen.
[Esta está muy bien. A mi mamá seguro le va a gustar].
[Escoge otros dos].
[No, con eso es suficiente. Si compras más, mi mamá va a pensar que eres un presumido y un derrochador, y eso no te va a ayudar a darle