—¡Regi, Andi! ¡Cuánto tiempo sin verlas!
Lisa siempre recibía a todos con una sonrisa, incluso a Andrea, que antes la había ignorado por completo. Al verlas de nuevo, su entusiasmo era el mismo.
Andrea detestaba a ese tipo de personas que parecen llevarse bien con todo el mundo; por fuera se muestran amigables, pero por dentro son las más calculadoras.
—Sí, ya tiene rato que no nos veíamos.
Lisa observó la sonrisa de Regina y notó que era distinta a como la recordaba.
—He visto tus publicaciones, te la has pasado muy bien, ¿no?
Todos sabían que Regina se había divorciado de Gabriel y los trucos que había usado para obligarlo a casarse con ella. El escándalo en su momento fue bastante desagradable y la noticia se había esparcido en la alta sociedad.
Las otras mujeres presentes en la fiesta la despreciaban. Si no fuera por la elevada posición de la familia Valderrama, ninguna de ellas volvería a dirigirle la palabra. Por eso, en ese momento, solo Lisa se había acercado a hablar con ella.