Capítulo 224
—Sí, sí, sí. Esos tipos son unos salvajes, en serio. Vámonos de aquí, rápido.

La palabra "salvajes" dejó a Regina con una sensación de inquietud.

Cuando llegaron al comedor del primer piso, notó que toda la gente ahí era más o menos de la edad de Sebastián y Leo. En cuanto vieron a Sebastián, todos lo saludaron llamándolo jefe.

Cada quien siguió en lo suyo, sin prestarle mucha atención a ella. La llegada de Sebastián no causó ningún alboroto.

Leo tomó dos charolas y le pasó una.

—De allá puedes agarrar lo que quieras, sírvete lo que se te antoje.

Ella echó un vistazo. El lugar era un comedor, pero estaba decorado como el bufé de un hotel. Con las pinzas en la mano, vio que incluso había cortes finos de carne, caviar y ostiones frescos.

Se sirvió algunos de los platillos que le gustaban y siguió a Leo hasta una mesa para sentarse.

Al poco rato, Sebastián también llegó con su charola y se sentó a su lado.

Al sentirlo sentado tan cerca, la poca calma que había recuperado se desvaneció y
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
capítulo anteriorcapítulo siguiente
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP