Parte 6...
— Ni me recuerdes esa imbecilidad - suspiró — No quería renunciar a que sentía algo fuerte por la sobrina de mi enemigo - sacudió la cabeza — Me sorprendió mucho saber que era virgen y confundido porque amaba cada minuto a su lado. Pido disculpas por mi infantilismo. Yo fue cruel
Kostas la besó lentamente.
— ¿Porque hizo eso? - sus ojos se llenaron de lágrimas y se las secó con el dorso de la mano.
— No quería admitir que quería estar pegado a ti. Todo el tiempo pensaba en ti y me metía en el trabajo como excusa para escapar y no volver.
— Me dejaste sola - murmuró — Ni siquiera puedo hablar bien el griego y la casa es enorme. Pensé que me odiabas.
— Lo siento, amor — le besó los ojos — Aproveché que tenía miedo de haber perdido el control y metí la cabeza en la empresa para corregir la mierda que había dejado tu tío. Había mucha gente que necesitaba ayuda y no quería tener que despedir a nadie, más con el mundo en crisis como está ahora – movió el hombro — Es muy difícil