Capítulo 99 —3 metros
Narrador:
El auto se detuvo frente a la residencia, imponente dentro del barrio cerrado donde la tranquilidad parecía respirarse en cada rincón. Las luces del porche ya estaban encendidas y, desde la puerta, Aylin esperaba en silencio, con los brazos cruzados sobre el pecho y el corazón al borde del abismo.
Dominic bajó del coche, dio la vuelta y abrió la puerta trasera.
—Llegamos —dijo con suavidad.
Sasha descendió sin decir una palabra. Tenía los ojos brillosos, pero el rostro sereno. Apretaba la mochila contra su pecho como si necesitara sostener algo más que sus pertenencias.
Cuando sus ojos se encontraron, ninguna de las dos se movió de inmediato.
Y entonces, la ni*ña corrió.
Aylin no lo dudó ni un segundo. La abrazó con fuerza, con el alma, con todo el amor contenido que no había podido darle en esos días de ausencia. Sasha se aferró a su cuello, respirando hondo, como si el solo contacto de sus cuerpos pudiera calmar el vacío.
—Te extrañé —susurró —Mucho.