Capítulo 178 —¡Eso fue un león!, ¡No, fue un tigre!
Narrador:
Roman se quedó en la sala con los mellizos, que le mostraban orgullosos los peluches nuevos. Él los escuchaba con una sonrisa tranquila, pero en cuanto Aylin salió rumbo al dormitorio, su expresión cambió. Como si parte de él se hubiera ido con ella.
Aylin cerró la puerta con cuidado y se apoyó unos segundos contra ella, respirando hondo. Se acercó al perchero donde Roman había dejado la bolsa. Dentro encontró el pantalón deportivo, la remera y las zapatillas neg*ras. Todo le calzaba perfecto. Aquel hombre tenía la mal*dita costumbre de conocerla incluso mejor que ella misma.
Se recogió el cabello con una coleta alta, se puso la ropa sin prisa, y justo cuando estaba terminando de atarse las zapatillas, escuchó los golpes en la puerta. No fueron secos ni urgentes. Fue ese tipo de golpeteo que vibra en los huesos, que se siente más que se escucha.
Antes de que pudiera abrir, la puerta se abrió sola. Dominic entró primero, con