Colgué el teléfono, todavía tenía curiosidad, quería ver cómo sería la situación de los malos recibiendo su castigo.
Busqué noticias sobre Rosa y el profesor Javier.
Salieron titulares uno tras otro:
"Fraude de terapeuta estrella confirmado, ex genio cae al abismo", "Profesor ascético engaña con la hermana embarazada de su pareja" "Profesor Javier: ¿Autoridad médica? ¿O manipulador que abusa del poder?"
Entré a un reportaje con fotos.
Rosa cayó en la miseria viviendo en un barrio pobre; después de que la corrieron de su casa, ninguna clínica quiso contratarla.
En la puerta de la casa que rentaba la gente escribió "amante", "ladrona sin vergüenza".
En otro video, Javier vestía un traje elegante, asistiendo a una audiencia académica, pero lo cuestionaron en vivo sobre mala conducta académica y ética. Varios ancianos le pidieron que dejara de ser profesor principal.
Los comentarios de abajo decían que era un hipócrita, un ingrato.
—¡El título de profesor no es excusa! —Conspirar con una m