Punto de vista de Bella
—Qué triste —dije, intentando contener las lágrimas—. No puedo creer que se haya ido. Es horrible. Es tan horrible.
—Qué triste. Y pensar que estaba aquí con nosotros hace apenas unas semanas —suspiró Cole—. Me parte el corazón.
—Me pregunto qué habrá sido de su nieta, la que estaba a su cuidado —me cubrí la cara con las manos—. ¿Crees que si no los hubiera echado, seguiría viva? Es decir... todo esto es culpa mía. Todo es culpa mía.
—No, cariño. No es tu culpa. Te prometo que todo pasó por algo, no porque se fueran —dijo, intentando calmarme.
—No puedo evitar sentirme así, Cole —dije bruscamente—. ¿Has oído algo de Rose, su nieta? ¿Le pasó algo a la pobre niña?
—Oh... bueno, no hay noticias. —Ojalá esté viva —respondió—. Necesito que te relajes, mi amor. Por favor. Este estrés no es bueno para el bebé. Recuerda lo que dijo el médico. Por favor, Bells... tienes que dejar de decir que es tu culpa. Tú no la golpeaste... No lo hiciste. Por favor, cálmate. Por favo