NARRADOR.

Logan entró al auto muy molesto, Nea solo lo observó en completo silencio, no escucho la discusión pero por lo tenso que estaba Logan supo qué las cosas dichas allí afuera no fueron sencillas.

Encendió el auto y sin decir nada recorrió la calle en silencio hasta la casa, Nea le daba algunas miradas llenas de ansiedad qué el eligió ignorar.

Dentro del auto el ambiente se sentia espeso, asfixiante, igual que el corazón de Nea. Logan le estaba ocultando algo ella lo sentía, lo intuía. Empezó a desesperarse y sin previo aviso su rostro estaba llena de lágrimas. Lágrimas que hicieron alertar a Logan, asustado estacionó el auto, desabrochó su cinturón y con dulzura le hablo.

—¿Mi amor que tienes?

—No lo sé —Respondió ella —Algo no está bien Logan, siento una opresión horrible en el pecho —Le dijo con la voz temblorosa.

—No llores Nee, no lo soporto.

Logan pidió mientras limpiaba sus lágrimas.

—Tengo que hacerte un pregunta y necesito que me respondas con la verdad,