NARRADOR:
Nea se quedó inmóvil, evaluando la amenaza. Anton no solo la había capturado; había roto su escudo emocional al usar a Oliver. Él sabía que el miedo por su hijo era el único arma que podía neutralizarla.
Dio un paso hacia el sofá, pero se mantuvo de pie, negándose a acatar la orden de sentarse. Sus ojos no se despegaron de la copa de coñac y el teléfono de Logan que reposaba en la mesa.
—¿El trato? —La voz de Nea era baja y áspera, sin rastro de miedo, solo pura ira contenida —Mis términos son simples: Oliver a salvo, tú me matas a mí.
Anton sonrió, un gesto que no alcanzaba sus ojos fríos.
—Siempre tan melodramática, Nea. Matarte sería un desperdicio. Eres la pieza que mantendra a logan y todo su sequito a raya, ademas por ti muchos estan dispuestos a pagara grandes suma, ven algo especial en ti. Y yo no busco venganza, Nea. Busco poder. Y tú eres la llave para que el poder de Logan se transfiera al mí.
Nea sintió una náusea. Este no era el enfrentamiento sanguinario que es