Decidió bajar y preguntarle: “¿Por qué la molestaba a estas horas de la noche?”
__ ¡¡Esto ya es el colmo!! ¿Por qué vienes a molestar a estas horas?
__ Veo que usted y yo nos conocemos y muy bien —dijo Andrés, mirando los senos de Victoria que parecían querer escapar de su escotado pijama. Ella, al instante, cubrió su busto al ver que él estaba muy interesado en querer ver más allá.
__ Sí es cierto que nos conocemos, pero no lo suficiente —dijo ella con aires de grandeza.
__ Usted y yo... —Andrés hacía señas uniendo sus dedos índices.
__ ¿Pregunta si tuvimos sexo? Sí, tuvimos sexo, pero solo fue una vez.
Andrés enarcó una ceja.
__ ¿Puedo decir que las niñas son mis hijas?
__ ¡No son sus hijas! —se apresuró a decir Victoria.
__ ¿Entonces son hijas de mi hermano?
__ ¡No son hijas de Daniel!
- ¿Engañabas a mi hermano conmigo y con cuántos más?
Una fuerte bofetada recibió Andrés, tomándolo por sorpresa.
__ ¿Pero ¿qué rápida eres?
Andrés, ciego de deseo, la levantó con fuerza y la colocó