*Lyra*

Respiro.

Pero no siento que esté viva.

El aire entra en mis pulmones y se queda allí, pesado, espeso… inútil. Me duele el pecho, me arde la garganta, y aun así… no hago más que respirar. No siento nada.

No siento vida.

Excepto el peso.

El pequeño peso tibio que han puesto en mis brazos.

Mis dedos tiemblan al rodear su cuerpecito, tan frágil, tan suave, tan real. No sé qué se supone que debo hacer.

No sé si debo llorar o sonreír. Mi alma no reacciona, sólo mi cuerpo, que lo sostiene con una rigidez que me asusta.

—Es tuyo, Lyra —me susurra una voz. Tharion. Está ahí, como una sombra fiel, con los ojos enrojecidos y el alma colgando de los hombros.

Miro al bebé. Miro esos cabellos dorados, esa naricita perfecta… y me doy cuenta de que no lo reconozco. No lo siento mío.

O peor aún… siento que me falta la mitad.

Porque… no era uno. Eran dos.

—Sólo uno… —susurro, sin poder contener el temblor en mi voz.

Tharion se acerca, como si esas dos palabras fueran cuchillas. Lo son. Para am