**Krimson**
No entendía por qué Lyra era tan terca.
Tal vez era ese corazón suyo, tan roto y valiente al mismo tiempo, el que la empujaba a seguir creyendo.
Aún después de todo, insistía en asistir a esa maldita ceremonia, convencida de que Mikail cumpliría con su palabra. Pero yo… yo ya había dejado de creer en él.
Habíamos discutido. Le pedí que hablara con la verdad, que no le diera más promesas huecas a una chica que ya había soportado demasiado.
El Alfa al que seguí con lealtad ciega durante años no quiso escuchar razones. Solo se escudó en su deber, en sus decisiones como líder, y terminó por confirmarme lo que ya sospechaba.
No planeaba hacerla su Luna. Todo era un ardid y Lyra sería la más perjudicada en todo esto.
Cuando le dije que quizás no la nombraría en la gala, ella solo me miró como si no entendiera. O peor… como si entendiera, pero se aferrara a una esperanza inútil.
—Déjame decidir a mí. No puedes alejarme como si fuera una niña, Krimson —me respondió con esa voz s