Capítulo 28

Sentía que me estaban acorralando hacia un campo minado de dudas, porque ¿es que estaba arrestada o algo parecido?

—Abel, quiero irme a casa y ver a mi tía Nora, a diferencia de ti, no me puedo dar el lujo de hacer todo lo que dices ¿diseñadores? Por favor, apenas y puedo pagar un maldito café por mi cuenta, ¿compras? Las únicas que hago son las del súper para la despensa semanal y la mayoría es dinero de mi tía —me incorporo más y lo encaro—. Tampoco puedo darme el lujo de descansar tanto tiempo, tengo empleo e inicio el lunes, hay cuentas que pagar, tengo que hacerme responsable, por lo que en cuanto salga de este maldito lugar, me pondré a trabajar.

Mi respuesta parece no encantarle nada.

Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App