Kelly se fue a dormir con los niños y nos quedamos a solas Kael y yo.
— ¿Cómo hacemos la guardia? — le pregunté para romper la tensión del ambiente.
— Hazla como quieras. Yo vigilo desde un árbol.
— Pero debiésemos repartir la zona o algo parecido, para cubrir más terreno.
— El único terreno que debemos proteger es el que vemos. Todo lo demás es arriesgarse.
— Si protegemos un área más extensa entre los dos, podremos ver llegar al enemigo, en vez de permitirle llegar a nuestro centro. Así podemos proteger mejor a los niños.
— No funciona. Si nos atacan, ni los Ejecutores ni los soldados miran hacia arriba. Sólo verán una carreta abandonada e irán a por ella, para ver qué tiene. Es suficiente para matar a unos cuántos desde las sombras y que Kelly remate a los demás. Si nos separamos para cubrir más terreno, creamos más espacios por los que pueden atacar.
— ¿Vas a usar a los niños como cebo? — protesté indignado.
— ¿Por qué no? Kelly está con ellos, no les pasará nada.
— ¿Y s