Camila
—¡Necesito que te quites el vestido! —me dijo y me levanté de la cama, dejé la copa sobre la mesa, quite el lazo que envuelve mi cadera y lo solté para luego sacarme aquella prenda que vestía mi cuerpo, puse el vestido sobre una silla y el me indico subirme a la cama, luego tomó mis muñecas y las esposo a cada lado en los barrotes de la cama.
De aquella caja saco un pañuelo negro y lo coloco en mis ojos, no estaba segura de querer seguir este jueguito pero al mismo tiempo me gustaba.
—¡Tranquila! Que no voy hacer nada que no quieras —Dijo muy cerca de mí oído haciéndome sentir su cuerpo cerca del mío, lo que provocó espasmos en mi intimidad.
—¡Esta bien! —Dije tratando de sacar la mejor voz posible para que no supiera que estaba sufriendo por sus actos. En ese momento no sabía si él era consciente de lo que provocaba en mí y si estaba aprovechándose de la situación.
—Nunca antes probé hacer esto con una puta —Al oír sus palabras cargadas de odio, me sentí estúpida por aceptar h