Sarah
Los días pasaban uno a uno, mientras mis fuerzas volvían de a poco. No obstante sabía que no sería suficiente, debía de entrenar. No sabía cómo pedírselo a Nicolás, la petición estaba segura no sería de su agrado.
Lo postergue cuanto pude, pero en mi mente sabía que tanto Hanna como yo debíamos de ser más fuertes. Si pensaba ir a buscar respuestas, nada me aseguraba, no encontrar también dificultades.
Nicolás, - comencé a hablar, necesitaba decirlo antes de arrepentirme- tengo algo que pedirte-.
Cerré mis ojos, no quería ver su reacción una vez que supiera mis deseos, - He mejorado de a poco, pero no ha sido suficiente- no pude evitar cerrar los puños envueltos en una manta de franela que cubría mis piernas, mientras hablaba con él. No podía evitar estar nerviosa, sin embargo sabía que el momento de decir lo que pensaba, había llegado. -Quiero entrenar en el cuartel, quiero ser más fuerte-.
Subraya se torció en una mueca macabra en la que se encontraban sentimientos tales