Nicolás
-Nicolás- fue casi como un susurro, un pedido de ayuda. - Sarah, ¿Qué pasa?, ¿Qué ocurre?- pero no obtuve respuesta a traves del enlace, me levante bruzacmente lanzando mi silla contra la pared y sali de mi oficina en su busqueda. La casa de acogida no estaba tan lejos, por lo menos no lo suficiente como para que me inpidiera buscarla. Lo haria por todas partes, aunque tardara toda mi vida.
-Sarah ¿Dónde estas?-, los pequeños se asustaron en cuanto me vieron, sabia que debia recuperar la compostura. Una pequeña me indico e camino con un dedo, pero no menciono palabras. Tras cruzar la puerta, la vi tendida en el suelo, los recuerdos me inavdieron a pesar de esta vez ser diferente. En silencio me acerque a ella, me arrodille y al tome en brazos, la levante con sumo cuidado en cuanto poso sus brazos alrededor de mi cuello.
-¿Que ha pasado?- mi tono era serio, incluso un tanto molesto. Pude ver en su rostro que no lo sabia. - hace un rato me senti mareada, pero al poco tiempo paso