Nicolás
Estábamos siendo víctimas de un ataque. Un grupo de lobos renegados habían seguido nuestro rastro y nos habían emboscado. Rápidamente cambien mi lugar a su lado por el de Michelle, ella podría defenderla si era necesario, yo me uniría al primer frente.
Aquellos lobos parecían víctimas de la locura, el hambre y la desesperación habían hecho mella en su espíritu. A diferencia de los que nos habían atacado, estos se veían enfermos, estaban delgados y por ridículo que sonara llenos de pulgas.
Debíamos ser rápidos, precisos no había espacio para errores, una cosa era clara. Serían capaces de cualquier cosa ya que no tenían nada que perder. Nos superaban en número, pero nosotros éramos más fuertes.
Poco a poco comenzaron a transformarse, su forma de Lobo también estaba bastante descuidada, - Qué podría llevar a un Lobo a terminar en ese deplorable Estado? - Shadow cuestionaba en mi cabeza, honestamente no podría imaginar que.
Un gran Lobo blanco con una enorme cicatriz en u