Sarah
La casa de asistencia se había vuelto mi segundo hogar, los cachorros se convirtieron en mi familia, no se igualaba a tener un cachorro propio, pero su amor me era más que suficiente por ahora.
James nunca había querido ser padre, siempre me decía que deberíamos pensar en la manada primero, la prosperidad era la meta no la família. años tirados a la basura, suspire pesadamente.
La puerta de mi Oficina se abrió de repente y una pequeña de sonrisa brillante asomaba cabeza por mi puerta. Deisy me miraba atenta como si algo de ella tratara de comprender mi expresión. -Vamos por una galletas- se hacerlo y comenzó a tirar de mi manga, por lo que tuve que levantarme del escritorio y seguir la dirección en la que ella me llevaba.
Pero nada más llegar a la cocina, mi cabeza comenzó a dar vueltas, el olor de la mantequilla me picada en la nariz, era una sensación bastante extraña, más tomando en cuenta que salvó por el aconito nunca había enfermado en mi vida, pronto la sensación paso