—Está dulce – dice la misma voz , una pequeña sonrisa se cuela en mi rostro .
—En realidad el capuchino es algo dulce aún sin la azúcar señor – suelto manteniendo la burla invisible.
—En mi país no lo es – y es allí cuando la curiosidad me embriaga y levantó la mirada , topándome con un hombre extremadamente atractivo .
Sus ojos , ¡Dios! podría perderme en su mirada por años , es un hombre maduro no creo que pase los treinta años , su rostro está adornado por una barba bien cuidada que solo acentúa sus mejores facciones , viste un traje azul marino , que a simple vista se ve caro .
-—Supongo que así es , pero aquí en Nueva York , el capuchino es dulce , de hecho por eso es una de las bebidas más sobresalientes del mundo- quiero golpearme por lo socarrona que soné.
- Es alentador el dato señorita – de pronto y como si la realidad me golpeara , frunse el ceño y me ve serio . Se lo que está mirando .
«boba , no , te quitaste los lentes , ve tus golpes»
Bajo rápidamente la mirada y maldig