El sol comenzó a descender lentamente, tiñendo el cielo de naranja y rosa. La brisa fresca del atardecer soplaba suavemente. Las luces de la Hacienda se encendieron una a una, iluminando la casa. A medida que la noche avanzaba, la tranquilidad se hacía más que presente.
En el salón de la Hacienda, Eleanor y su madre se encontraban sentadas en cómodos sillones frente a la chimenea encendida, disfrutando de una copa de vino. El crepitar del fuego y el sonido suave de la música de fondo creaban un ambiente acogedor y relajado.
La madre de Eleanor rompió el silencio con un suspiro mientras veía el cansancio en los ojos de su hija.
- No tienes buena cara.
- Ni que lo digas. - respondió Eleanor, con su tono de voz que afirmaba su agotamiento.
- ¿Me vas a contar lo que te sucede? - pregunta Cassandra. - Aunque, con solo mirar tus ojos me atrevería a apostar que tiene que ver con Patrick Miller.
Eleanor se recostó en el sillón fingiendo mientras se, lleva la copa de vino a sus labios.
- Te e