Amanda.
Elijah.-
Las luces tenues del bar apenas disimulaban la tensión en el ambiente. El humo de cigarrillo se mezclaba con el olor a ron barato y sudor, creando una atmosfera densa que se adhería a la piel.
Desde mi mesa, en un rincón estratégico fingía beber mi trago mientras mis ojos no se apartaban de la mujer con peluca negra y arete en la nariz que atendía la barra.
Obviamente me gustaba mejor como rubia, aunque como morena Abril no se veía nada mal. Los hombres no dudaban en coquetearle se había convertido en el centro de atención del lugar.
Del otro extremo atendiendo una mesa estaba Pamela, también en cubierta en esta misión, Abril insistió en incluirla.
Chase se encontraba en la barra, pidiendo otro trago, su silueta corpulenta y su gorra de beisbol lo hacían parecer un habitante más de este submundo, pero yo sabía que sus sentidos estaban tan agudizados como los míos.
— Una camioneta negra acaba de estacionarse en la entrada.
Colombo me informar, con solo un vistazo pude ver