Isla no aceptó de inmediato. Miró a Luca con los ojos muy abiertos, llena de curiosidad.
—¿De verdad… vas a ser mi papá?
La expresión de Luca se volvió complicada.
—Aún no tenemos los resultados. No sé si seré tu papá.
—Oh… —Isla bajó la cabeza, claramente decepcionada—. Está bien, aceptaré no contárselo a mamá, pero… yo también tengo una pequeña petición.
—¿Cuál es tu petición? ¿El set más nuevo de LEGO? —preguntó Luca sin pensarlo demasiado.
Isla no había planeado pedir juguetes, pero al oír que él mencionaba LEGO, volvió a considerarlo. Se mordió el labio, pensándolo bien, y luego dijo:
—Sí quiero ese juguete… pero no era eso lo que iba a pedir. Yo quería decir… que si de verdad eres mi papá, ¿podrías llevarme a conocer al Bisabuelo?
Luca se quedó helado por la sorpresa.
Pero sin dudarlo, respondió con calidez:
—Claro que sí. Te llevaré a conocer al Bisabuelo… y también te compraré el último set de LEGO.
El rostro de Isla se iluminó por completo. No pudo ocultar su alegría; toda su