En ese momento, Vanessa seguía en el hospital cuidando de Mariah.
De repente, Mariah dejó de deslizar la pantalla de su móvil y miró a Vanessa, como dudando si hablar o no.
—¿Qué pasa? Si quieres decir algo, dilo de una vez —Vanessa frunció el ceño.
Mariah no sabía por dónde empezar y solo insinuó:
—Eh… Vanessa, ¿por qué no revisas tu celular?
Recién entonces Vanessa se dio cuenta del mensaje que Mariah le había enviado. Lo leyó hasta el final con expresión neutra, pero por dentro su corazón ya era un completo caos.
Claramente había enviado a Luca para averiguar la situación, y sí, algo había ocurrido entre él y Cassandra… entonces, ¿por qué se sentía tan molesta?
Mientras tanto, Luca acababa de llegar a la oficina cuando notó las miradas extrañas de los empleados. Confundido, no le dio demasiada importancia.
Pero cuando su asistente lo miró repetidas veces durante toda la mañana, Luca terminó perdiendo la paciencia. Frunció el ceño.
—Si sigues mirándome así, voy a descontarte el sala