A la una de la madrugada, los dos se cruzaron en la escalera.
Mariah agitó con indiferencia el papel que tenía en la mano mientras observaba a su alrededor.
—Así que sabías que mi casa estaba intervenida, ¿eh?
Vanessa asintió ligeramente.
—Pasaste por todo este esfuerzo. ¿Qué es lo que quieres decirme?
—Podría haber problemas en el mercado de valores —respondió Vanessa con calma.
Mariah guardó silencio, sus ojos afilados estudiándola con atención.
—¿Tienes pruebas?
Vanessa alzó las manos con serenidad.
—Ninguna. Lo deduje de camino a casa. En la conferencia de prensa de hoy, tu empresa anunció dos grandes proyectos… pero ninguno ha tenido éxito en su desarrollo. ¿No te parece una maniobra para manipular las acciones? Si revisas los datos, verás que las acciones de VH están subiendo, y probablemente seguirán así.
Mariah se quedó inmóvil, la mirada fija en ella, como si intentara descifrar sus verdaderas intenciones.
—Esa información —dijo con frialdad— deberías entregársela a la policí