Luca aprovechó su recuperación para quedarse unos días en la casa de Vanessa.

Durante ese tiempo, Vanessa confió todos los asuntos de la empresa a Mariah, concentrándose en cuidar de Luca en casa.

Después de varios días juntos, Luca notó vagamente que la actitud de Vanessa hacia él se había suavizado; ya no era tan fría y distante como antes, lo que le provocaba un pequeño deleite secreto.

En realidad, Vanessa sí había cambiado significativamente su comportamiento hacia Luca. Estaba agradecida de que él la hubiera salvado, pero todavía no estaba dispuesta a perdonarle fácilmente lo que había hecho antes.

Confundida, Vanessa se encontraba alternando entre l