—¿ah? ¿Yo? ¿Por qué?
Ella seguía preguntándose, a qué se refería con eso de ¿estar allí? Lo observo llena de dudas, mientras él solo parecía no saber qué respuesta dar
Pacería nervioso, lleno de vergüenza, ¿acaso se había equivocado de frase? Era una posibilidad, sin duda nada de lo que preocuparse
Pero entonces las palabras de su hermano vinieron a su mente “ellos estaban dañando su paz” “ellos eran quienes venían hacia ella”
¿Qué iba a hacer? Ciertamente, no tenía respuesta a esa pregunta, ´, pero las imágenes de su pasado, vinieron a su mente
El llanto que había llegado a sufrir cada día, cada hora, el dolor de saber que él no estaba con ella, con su hija
El saber que ese hombre al parecer no sabía cómo acercarse a su pequeña hija, por la simple y llana razón que esas mujeres habían hecho todo con tantos engaños
Muchas ideas, todas más macabras que las otras, venían a la cabeza de Venus, mientras analizaba y se negaba a convertirse en la mujer que su hermano deseaba
En ser aquella