—no puedo créelo, de verdad no puedo créelo ¿de verdad estamos viendo lo mismo?
Las dos mujeres observaron a Dorian, como si no fuese más que un demente, en lo que este caminaba lleno de júbilo de un lado a otro, más que dichoso, más que satisfecho con la situación
Aquel día estaban imaginando su local, por fin estaba abierto, todo por lo que trabajaron por años, todo aquello que veían como algo imposible allí estaba
Era de ellos, Venus sonrió más que satisfecha, mientras observo como había algunos rostros familiares y otros no tan familiares
Como hacía falta algunos y como sentía que le pesaba el corazón por ellos
—Felicidades por su nuevo emprendimiento, sé que les irá muy bien, intenten que, con ello no se queden sin idea para mi revista
Los tres chicos sonrieron ante el comentario de Thai, quien más que dichosa le dio un fuerte abrazo a cada uno
En lo que entrego un ramo de flores a Dorian, quien lo recibió como la diva maravillosa que era
—Gracias por venir thai, estamos muy agra