Todo era un desastre, las personas se habían marchado, los Katalakis, habían indicado que pagarían los daños, pero ellos habían considerado que era demasiado
Por lo menos Venus, pues Dorian y Teva aceptaron, un poco apenados por lo menos Teva, pues Dorian parecía tranquilo, pero aun así apenados
Pero Venus se había negado rotundamente, ella había indicado que no era su culpa, que las personas decían cosas por decirla, y que ellos no tenían que hacerse cargo de tonterías, que luego ellos lo resolverían
Algo que había fastidiado grandemente a Dorian, pero conociendo a su amiga, sabía que no había palabra que la convenciera de aceptar la ayuda
Por lo que había optado en quedarse en silencio y aceptar la realidad que los abarcaba, las ventanas enormes que alguna vez tenían vidrio
Ahora estaban cubiertas con una enorme tapa de madera, mientras Dorian imaginaba que sería los nuevos tableros de dibujos de los desocupados vándalos
Sus sueños habían terminado en un día y estaba tan triste como