Pero después de escuchar a Valeria, John Carter volvió a dudar.
Firmar un contrato no debería ser tan complicado.
Todos miraban a Valeria con creciente impaciencia. ¿Por qué siempre tenía que aparecer esa mujer a interrumpir en el momento crucial? ¿Qué le pasaba?
La cara de John se transformó. Arrojó la pluma sobre la mesa con brusquedad y la encaró, su voz hacía notar su fastidio.
—Señorita Vargas, ¿se puede saber qué está tratando de hacer? Vine desde muy lejos, ¿y así es como me reciben? ¡Esto es una falta de respeto! Yo vine con la mejor disposición, ¿y para qué?
Las constantes interrupciones, sumadas a las miradas de todos los presentes, habían herido el orgullo de John.
Al principio, le había parecido una excelente idea asociarse con Inmobiliaria Panorama. Mucha gente en la fiesta lo reconocía y lo trataba con respeto. Pero ahora, se preguntaba si no se había precipitado en su juicio.
Después de todo, no había investigado a la empresa a fondo.
Viendo la situación, era claro que n