Sofía los miró a todos con una expresión seria.

—Les aseguro que conseguiremos ese terreno. Tengo un setenta por ciento de certeza.

En cuanto pronunció esas palabras, un silencio se apoderó de la sala.

Incluso su madre, Lorena, desvió la mirada, convencida en su interior de que el proyecto de Sofía estaba condenado al fracaso. Conocía demasiado bien el carácter de los veteranos de Inmobiliaria Panorama.

Sofía notó el silencio de la audiencia y, por un momento, no supo cómo explicarles mejor su punto. Así que, armándose de valor, volvió a exponer la idea central que quería transmitir.

Finalmente, concluyó:

—La colaboración con Altamira Desarrollos nos abrió por completo el mercado nacional. Si queremos crecer en serio, es indispensable expandirnos al extranjero. Eso es todo por mi parte. Si no tienen nada más que agregar, podemos dar por terminada la reunión. Les pido que lo piensen con calma en casa.

Cuando terminó de hablar, los presentes se miraron unos a otros, pero nadie se movió.