Capítulo 135
Daniel asintió levemente, sin añadir palabra, con una expresión de decepción y melancolía en la cara.

Eduardo, rodeando la cintura de Valeria con el brazo, le susurró al oído, pero con voz suficientemente audible:

—Vale, mi amor, no te vuelvas a juntar con gente de este tipo.

Daniel apretó los puños; sabía que el comentario iba dirigido a él. Incapaz de contenerse más, dijo:

—¡Ya basta! Me golpeaste dos veces, ¿qué más quieres?

Eduardo no le respondió, solo se burló.

Él no quiso prolongar la discusión, así que se dio la vuelta y se marchó.

Sintió las miradas de todos clavadas en su nuca y su espalda, usualmente erguida, se encorvó por la vergüenza.

Tampoco se atrevió a seguir ahí, armando un escándalo y atrayendo aún más la atención.

Daniel se escabulló hacia un rincón, ocultándose de los ojos curiosos.

No pensaba irse así como si nada.

«Sofía, maldita seas, ¡esto no se va a quedar así! ¡Qué bien te salió la jugada!»

Frente a él había varias copas; tomó una y se la bebió de un solo tra
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App