Sofía no tuvo más remedio que guardar silencio, aunque una sonrisa apenas perceptible se dibujó en su cara.

—Bueno, veo que ambos señores son de carácter franco. El motivo principal de nuestra visita hoy es proponerles una reducción adicional del cinco por ciento en las ganancias. Ese es el precio más bajo que Inmobiliaria Panorama puede ofrecerles.

Los señores Ramírez y Valencia intercambiaron una mirada cómplice; así que esa era la jugada de Inmobiliaria Panorama.

En ese momento crucial, con el proyecto de Altamira Desarrollos en juego, sus productos eran codiciados en todas partes; las ventas no les preocupaban en lo más mínimo.

La única incógnita era quién se quedaría finalmente con el proyecto.

Por ahora, la empresa de la familia Vargas parecía tener muchas posibilidades.

Si lo conseguían, ese margen de ganancia era aceptable. Pero… lo de beber ya era harina de otro costal.

El señor Ramírez, con un aire de falsa profundidad y aparente descontento, comentó:

—Mire señorita, los nego