Un día con los bebés.
SARA BLACKSTONE
El sonido suave de las risas y balbuceos llenaba la sala. La noche había sido tranquila, los bebés no molestaban para nada, solo mudarlos, y darles de comer, durmieron con nosotros, y no despertaron en toda la noche.
Aurora descansaba en mis brazos, envuelta en una manta celeste, mientras Valerio tenía a Alexander sentado en su pierna y Will jugaba con sus dedos, completamente fascinado con el reloj de su muñeca.
—Mira, pequeño, esto se llama “paciencia” —le decía Valerio, moviendo el reloj frente a los ojos del bebé—. Algo que tu padre no tiene mucho, pero que seguro tú sí aprenderás.
Reí bajito, meciendo a Aurora que ya empezaba a quedarse dormida.
—No lo hagas enojar, amor. —Le sonreí—. Si hereda el carácter de Adriano, paciencia será lo último que aprenda.
La puerta se abrió y una voz alegre nos sacó de la conversación.
—¡Hola!
Era Jacke, con su sonrisa fresca y el cabello recogido. Alessandro la seguía, con el aire tranquilo que siempre llevaba consigo, aunque sus