13. Pelirroja mentirosa
Salí del edificio todavía confundida.
Alexei solo me dijo que esperara por su llamada, y que me explicaría todo después de una importante reunión de negocios. Entre tanto, yo tenía que decirles ahora mismo una mentira a mi familia. Él había pensado decir una pequeña mentira a mi familia para hacer parecer la historia entre nosotros muy verídica.
Nos habíamos conocido en Grecia, y nos habíamos enamorado perdidamente. Pero nunca nos dijimos nuestras identidades y ahora al vernos, nos habíamos reconocido de aquella pequeña aventura en su país. Entre citas a ciegas, el amor había surgido. Nos reconocimos por nuestros rostros, porque nunca nos dijimos el nombre real. ¿Buena novela, no?
Así que claro que perdonaría a la familia de la mujer que amaba, aunque le hayan robado a la prometida y el anillo.
—Ok, no es una locura por completo. Puedo hacerlo —tragué saliva, subiéndome a mi camioneta—. ¿Verdad?
Me quedé un rato detrás del volante sin saber cómo iba a convencer a mi familia. Alexei me