Durante las siguientes horas, pasaron muchos acontecimientos importantes.

Dante, abrumado por la intensidad de lo que sentía hacia Chiara y, creyéndose con la capacidad de afrontar los cambios que vendrían para la vida de ambos, la determinación de quien cree que todo puede salir bien, decidió tomar el riesgo, aquella mañana del lunes convocando una reunión inmediata con su familia, quien también estaba invitado Davide, pero este ya había decidido ir y coincidía con la reunión de Dante.

—Entonces, ¿dónde nos vemos? —Chiara presionaba sus manos contra las mejillas de Dante y miraba sus ojos verdes, en busca de respuestas—. ¿A qué hora nos vemos?

—En el aeropuerto, en dos horas. No creo que la reunión tarde más que eso. Nos iremos juntos a San Francisco hasta que lo de tu divorcio quede arreglado. —Habían pasado toda la noche hablando al respecto, sobre su plan, sobre lo que deseaban. Él podría ser su esposo, ellos podrían ser felices juntos.

Arriesgarse.

En su cabeza había muchas pregu